viernes, 13 de abril de 2012

La inversión de los polos

  
La inversión de los polos magnéticos es un fenómeno común, que ocurre en la Tierra, gradualmente a lo largo de los milenios. Según los científicos, las inversiones son la regla y no la excepción.
En 4.5 millones de años la Tierra ha pasado por lo menos 20 veces por inversiones de sus polos magnéticos. Para llegar a estas conclusiones los científicos investigan las capas geológicas donde existen sedimentos correspondientes a las distintas edades del planeta. Lo que antes fue lava, contiene todavía minerales que conservan su alineación magnética original.

El doctor Andy Jackson, un especialista en geomagnetismo de la Universidad de Leeds, dijo que anteriormente ya se habían registrado modificaciones de este tipo en la historia del planeta: “Esos cambios normalmente han sucedido anteriormente cada 500.000 años, pero esta vez pasaron 750.000 años desde que ocurrió el último”.
Unas veces los polos magnéticos de la Tierra están alineados como nosotros los conocemos ahora, y en otras, están invertidos por completo. Esto tiene que ver con la dirección en la que rota la Tierra alrededor de su eje. Por otro lado, la velocidad de rotación es variable y, según ésta cambie, los campos magnéticos se manifiestan con mayor o menor intensidad. A más velocidad de rotación corresponde un campo magnético más fuerte, y a menor velocidad de giro, un campo magnético más débil.
Los científicos han encontrado grandes agujeros que aparecen en el campo magnético de la Tierra y sugieren que los polos Norte y Sur se están preparando para invertir posiciones, en lo que podría ser un auténtico vuelco magnético.

Los agujeros del campo magnético están sobre el Atlántico Sur y el Ártico. Los cambios fueron revelados al analizar detalladamente la información obtenida por el satélite danés Orsted. Los resultados se compararon con datos de satélites anteriores.
Pero es la velocidad de los cambios lo que ha sorprendido a los científicos. Pils Olsen, del Centro de Ciencias Planetarias de Dinamarca, uno de los que analizaron los datos, dijo que el núcleo de la Tierra parecía estar bajo dramáticos cambios. Y agregó: “Este podría ser el estado en el que la geodinámica del planeta opera antes de la inversión de los polos”.
  
La geodinámica es la manera en que se genera el campo magnético: a través de corrientes de hierro fundido que fluyen alrededor de un núcleo sólido.
Algunos vórtices gigantes se forman en el líquido metálico y pueden cambiar o aún invertir los campos magnéticos sobre ellos.
El equipo de Olson cree que los vórtices se formaron debajo del Polo Norte y el Atlántico Sur y que si se transforman en algo lo suficientemente poderoso podrían invertir todas las otras corrientes, causando que los polos Norte y Sur intercambien lugares.
De ocurrir así las cosas, sería inminente un período de caos, en el que los compases de las brújulas no apuntarían más al Norte, las aves migratorias irían en dirección equivocada y los satélites se incendiarían como consecuencia del efecto de la radiación solar.
El cambio podría afectar tanto la vida humana como la vida salvaje. La magnetosfera ofrece una protección vital contra la radiación solar que, de otro modo, esterilizaría la Tierra.
  
Por otra parte, la corteza terrestre experimentaría un aumento de actividad volcánica y tectónica, que significan nubes de cenizas, terremotos y deslizamientos de tierra. Esto, sin contar que el campo gravitatorio del planeta sufrirá un cambio sustancial que no sería cuantificable por ahora, pero que tendría ciertos efectos en todo satélite en órbita -incluyendo la Luna- así como en los lanzamientos espaciales y de cohetes. Este efecto se sentiría también en planetas vecinos y especialmente en los más cercanos como Mercurio y Venus.
  
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